Un suspiro liberador
Una mirada perforadora
Un hedonista con aire a canción
“Tené cuidado con tus palabras”
- me dice -
Porque sabemos de su poder
¿Lo que no se nombra no existe?
¿O existe un poco aunque no lo nombré?
¿Lo que no se nombra no existe?
¿O existe un poco aunque no lo nombré?
¿Será que se pueden crear mundos con silencios?
¿Con miradas?
¿Con sentires?
¿Será que podemos
comprendernos desde la piel?
Sin hablar
Sin decir palabras porque
“Hay que tener cuidado”
- insiste -
Y yo sonrío porque sé que tiene razón pero elijo bajar la guardia y dejar fluir lo que digo porque qué importa si al final mi mundo se crea sin que yo lo controle.
.
.
Y me queda tu aroma impregnado en mi hombro
Una vez más (por suerte)
Y camino volando por un par de horas
Sostenida por una nube de placer
Liviana
Con los ojos entornados
y los párpados pesados
Como si estuviese despertando de un sueño leve
Entumecida y feliz
Habitar el disfrute
Eso es lo que hacemos cada vez que nos encontramos
y hablar
hablar
y hablar
Hasta cansarnos
para después o al mismo tiempo
besarnos
comernos
mimarnos
.
Un varón embelezado
Un caparazón rompiéndose
Un sinfin de experiencias
Una complejidad hermosa
De haber tenido muchas vidas en una
Y haber coincidido en esta
De ser todo eso y lo que somos en potencia
De ser todo eso y lo que somos en potencia
De ser, ahora, todo lo que todavía no fuimos, con certeza.